Nuestra vida no tiene que estar vacía

Solo Dios puede cambiar esa risa que enmascara la tristeza en una profunda y verdadera felicidad. Lo que tiene es que poner sus ojos en Cristo, pedirle que restaure su vida, y solamente allí encontrará lo que tanto necesita: Restauración de su vida, significado, y propósito para vivir pleno en Él.

Belleza desperdiciada

La belleza puede ser valorada en todo lugar, y a cada paso que caminamos, podemos ver personas que, por su atractivo físico pueden llamar la atención, pero ¿es la belleza física todo lo que se debe admirar de una persona?

Es de torpes hablar mal del prójimo

Hay varias palabras para definir “entendimiento” (v. 12a), «leb» en hebreo, y entre ellas están las palabras corazón, intelecto, voluntad, cordura, deseo, juicio, etc.; y en muchas de las veces la palabra se la traduce más como “corazón” (Gn. 6:5, 6; 17:17; Ec. 1:16). Entonces, podemos ver que en este caso a la persona aquí mencionada no es solamente alguien que no tiene conocimiento, sino que no tiene buen deseo o corazón también.

La conquista requiere esfuerzo

La vida cristiana es una vida de esfuerzos, pero una vida hermosa, en la cual, si caminamos junto a Dios, vemos cómo Él nos ayuda a esforzarnos, a crecer, a aprender, a alcanzar nuestro potencial. Es una vida hermosa, pues mientras vamos avanzando, vemos Su poder, Su obra, Su misericordia, Su sabiduría, Su soberanía obrando en nuestro favor para ayudarnos.

Una conquista más de la fe

Debemos recordar que Dios nos ofrece muchas promesas en esta vida antes de ir a Su presencia, promesas que son para recibirlas aquí en esta vida, pero que no las conquistaremos sin que nuestra fe nos motive a buscarla. Una fe verdadera solo tiene la recompensa cuando nosotros salimos a «conquistar» lo que se nos ha prometido. ¿Está usted confiando en Dios en acción en base a lo que Él ya se lo ha prometido? Salga, y vaya en pos de ello.

Un premio a la fe

¿Cómo está su fe hoy? ¿Cuánta confianza hay en Dios? ¿Cree usted que Él es capaz de cumplir Sus promesas? ¿Es usted capaz de seguirle a Dios a pesar de lo que enfrenta por delante? En la medida de cómo respondemos a estas interrogantes y seguimos en Dios confiados, sabremos si nuestra fe es bíblica o no, y actuaremos en función de esa confianza.

Aún hay espacio que conquistar

Si usted y yo queremos crecer hasta nuestro máximo potencial, necesitamos trabajar en identificar qué áreas están en nuestra vida sin ser conquistadas, o posiblemente Dios nos esté brindando oportunidades para expandirnos. Si somos sabios y diligentes, veremos que siempre hay que seguir trabajando, y si ponemos manos a la obra, llegaremos a expandir “nuestro territorio” con la ayuda de Dios.

No descanse hasta conquistarlo todo

Muchos creyentes no hemos puesto mucho empeño en nuestra propia conquista espiritual. Muchos nos hemos quedado solamente con llegar a ser salvos, otros, con solo crecer en ciertas áreas, pero eso no es el deseo de Dios, Él nos ha dado herramientas espirituales, y Él está a nuestro lado para que cada uno podamos alcanzar nuestra plena conquista de una vida piadosa para el Señor.

Nunca desestimemos el valor de la obediencia

La vida de obediencia no solo nos bendice, sino que alcanza a otros con nuestras bendiciones y deja una enseñanza que otros van a querer seguir. Impactemos favorablemente nuestra vida y la de los demás comprometiéndonos a caminar con Dios sin titubear. Recuerde lo que dijo un día W. MacDonald: «La obediencia total trae victoria total»

Éstos confían en “carros”… ¿y tú?

Si usted está enfrentando algún problema que parece más grande de lo que usted pueda enfrentar, recuerde que no importa cuán grande o poderoso sea ese enemigo, a su lado está Dios para ayudarle a enfrentarlo, Dios es todo lo que necesita a su lado (Ro. 8:31).

Una fe intrépida

Rahab es reconocida por su intrépida fe en los libros del Nuevo Testamento (Stg. 2:25), le llevó a ser digna de ser parte de la genealogía del Señor Jesús (Mt. 1:5), y su nombre consta en el pasaje de los héroes de la fe en el Libro de Hebreos (He. 11:31).

Entre la llamada de acción y la obediencia

¿Cómo responde usted ante los mensajes que escucha en la Iglesia, o de los versículos que lee en sus devocionales o lecturas bíblicas? ¿Cuando escucha una promesa de parte de Dios o entiende que Él le está pidiendo hacer algo, con qué prontitud usted responde a ese llamado divino a actuar?

Caminando por fe hacia lo eterno (Parte II)

El Tribunal de Cristo es una realidad futura para el creyente, como real va a ser el infierno para el no creyente. La diferencia en el destino no lo marca la vida presente del comportamiento de cada uno, porque todos somos pecadores, sino la fe en la obra de Cristo, Quien nos libra de la condenación cuando pusimos nuestra esperanza en el perdón de Dios por medio de Su obra redentora (Ro. 8:1-3).

Caminando por fe hacia lo eterno (Parte I)

Muchas veces nuestra visión es corta cuando se trata de sufrimientos o esfuerzos. Estamos tan acostumbrados a vivir el presente y lo que hay para esta vida, que nos olvidamos que todo esto algún día perecerá. Nuestro deseo de “mimar” nuestro presente y asegurar nuestro futuro mediato nos ha alejado de la perspectiva correcta. (Comp. Col. 3:1-4)

Cuando la batalla arrecia

En nuestra reconstrucción espiritual, entre más avanzamos, más difícil se pone. Nuestras debilidades más nos agobian, los pecados más nos asedian, y la oposición del mundo estarán golpeando más fuerte. Es ahí donde más necesitaremos del Señor para lograrlo.