Cuando damos una ofrenda debemos dar con amor, como ya se vio en la lección anterior; al mismo tiempo se debe dar en fe, confiando en Dios para proveer, pero esta fe debe ser basado en lo que Dios nos guíe a hacer. Una fe bíblica siempre se basa en la guía de Dios, no en una esperanza basada en un simple anhelo nuestro. En otras palabras, debemos estar seguro de que lo que vayamos hacer es lo que Dios nos está pidiendo que hagamos, y no está basado en simple presunciones (Mt. 7:24-29). Es ahí donde nuestra relación íntima con Dios es vital para ayudarnos a comprender lo que Él espera de nosotros.
Archivo de etiqueta: Señorío
Creciendo en la “gracia” de dar
La madurez espiritual es el deseo de Dios para cada creyente, y por eso debe ser nuestra meta constante y creciente. Cada uno de nosotros tenemos diferentes áreas que deben ser fortalecidas, y en algunas áreas tenemos mucho más trabajo que hacer comparado con otras. La falta de crecimiento en el área del dar y de la generosidad es una muy común dentro de la iglesia de Cristo.
El dar, una “obra de gracia”
El corazón generoso viene como el resultado de una vida desprendida y altruista. Una vida que no se forja en el egoísmo o egocentrismo. La codicia y avaricia viene cuando la persona piensa solo en sí misma, mientras que un corazón dadivoso y generoso tiene su fuente en el amor verdadero. Dios es el único que puede ayudarnos tener ese corazón, cuando alineamos nuestra vida a Su carácter.
Llamadle “Señor”
Llamar “Señor” a Jesús es decirle que Él es el amo y dueño de todo lo que existe, incluyendo nuestras propias vidas. Es reconocer que Él tiene el poder sobre todo, y ésta verdad obviamente es algo que Satanás y sus demonios siempre han querido negar, y por tanto maldecir.