Aprendamos a ser misericordiosos y perdonadores, como nuestro Padre es, eso hará que Su amor se refleje a otros, y de esta manera Él será glorificado, mientras nuestra alma descansa en el mar de la paz, el amor y el perdón con los demás.
Aprendamos a ser misericordiosos y perdonadores, como nuestro Padre es, eso hará que Su amor se refleje a otros, y de esta manera Él será glorificado, mientras nuestra alma descansa en el mar de la paz, el amor y el perdón con los demás.