La Pereza

La pereza nos impide llegar a ser la persona que Dios quiere que seamos, el dormir un poco más y perder el tiempo en cosas vanas, nos impide avanzar y seguir el camino que Dios quiere que sigamos.

Los caminos y sus caminantes

Dependiendo cuál destino queremos alcanzar, debemos considerar cómo tomamos esas decisiones en la vida. Si deseamos ser bendecidos, entonces debemos buscar y depender de Dios siempre; pero si no queremos someternos a Dios, entonces tengamos en mente que nuestro fin puede ser ese “camino de muerte”.

Nuestros pasos nos delatan

Antes de seguir en los caminos que se ha trazado, mire con detenimiento si el camino que ha seguido es el correcto (Jer. 6:16). Busque realmente agradar a Dios y no desprecie ningún consejo santo, honre a Dios con su vida, y vivirá en el camino de “rectitud”. Dios es digno de ser honrado con nuestras vidas, y el obedecerle declara si realmente lo estamos respetando como Dios.

Mis Padres

Es importante porque la forma en que lleves tu relación con tus padres va a definir la forma en la que lleves tu relación con Dios, porque si no te llevas bien con tus padres va a ser muy difícil de que veas a Dios como un Padre amoroso.

No invite al tornado a entrar en casa

Es muy importante tener cuidado en nuestras vidas y en las decisiones que tomamos o en los comportamientos inapropiados que dejamos que estén en nuestras vidas y en nuestra casa. No permitamos que nuestros errores vengan a destruir el hogar y que lo único que lleguemos a cosechar es el “viento”.

Perdonar a otros

Debemos perdonarnos unos a otros tal como Dios nos perdonó en Cristo. Si tú y yo hemos experimentado ese perdón de Dios, podemos también ofrecer perdón a los demás.

La culpabilidad

Por más negros o por más rojos que sean mis pecados, por más grandes que pueda decir que es un pecado que yo he cometido, o que es el peor de los pecados, el Señor nos llama y nos dice: “vengan estamos a cuenta”, reconozcan que son pecadores, confiesen el pecado y apártense de él y yo les perdonaré – dice el Señor.

El enojo

Debemos reconocer que el enojo nos impide ver a las personas como Dios quiere que las veamos. Dios nos creó para amarnos y para que nosotros reflejamos ese amor hacia otros. Cuando estamos enojados somos impedidos de amar a la persona que nos está haciendo enojar y en muchas ocasiones somos impedidos de amar a Dios porque le echamos la culpa por el enojo que estamos sintiendo.

¿Hay alegría por la justicia?

Comprometámonos a actuar justamente siempre, no importa en donde estemos desarrollando nuestras actividades, seamos motivo de alegría y fuente de bendición para otros. Oremos por aquellos que obran bien en algún cargo público y demos gracias a Dios por ellos; y pidamos, para que aquellos que obren mal cambien su comportamiento o dejen su cargo para alguien piadoso que pueda bendecir a todos por sus buenas acciones.

El peligro de una persona falsa

Cuando usted se encuentre ante una persona que actúa de una manera frente a alguien, y cuando está lejos de ella actúa diferente, entonces puede saber que está ante una persona falsa. Y más, cuando habla mal de esa persona, entonces es cuando usted debe tener cuidado, porque el “hipócrita” puede hacer lo mismo con usted.

El día que reinará la justicia

Vivir en un mundo donde la injusticia impera y en donde la maldad parecería que gobierna sobre los rectos, daría la impresión de que no hay quien haga pagar correctamente al impío y los justos siempre tenga que sufrir. Pero la verdad es que no es así.

Santidad

Si nos acercamos a Dios y le pedimos que nos limpie nuestros pecados vamos a anhelar vivir una vida con un corazón en santidad, un corazón santo ante los ojos de Dios, un corazón que solo puede llegar a tener esta santidad mediante la guía del Espíritu Santo.

¡Cuidado soberbio, viene tu caída!

Cuidémonos de la soberbia, reconozcamos cada día que realmente somos personas imperfectas y limitadas, que no debemos dejarnos seducir ni atrapar por la vanidad, porque entonces nuestro corazón comenzará a apartarse de Dios, y pidamos al Señor que nos guarde de ese pecado.

El pecado

Vemos que hay muchas cosas buenas que nosotros las convertimos en pecado, puede ser una persona, una situación, una película, una serie, una canción, etc. Hay muchísimas cosas que nosotros las podemos convertir en pecado cuando ponemos eso como prioridad antes que a Dios.

¿Cómo mira Dios al deshonesto?

La honestidad es la actitud del que no engaña o defrauda a nadie, menos se apropia de lo que es de otros. También se considera como la actitud de aquel que cumple escrupulosamente con su deber o función. Y, además, una persona honesta es aquella que respeta y cumple las normas de comportamiento social y moral presentes en una comunidad o sociedad.