Muchos hay que constantemente tratan de conseguir riquezas o bienes por medio de actos indebidos, incorrectos. La codicia es tal que sin medir las consecuencias que esto atrae, o sin importar que esos actos estén perjudicando a alguien, se dejan gobernar por la codicia quien controla sus comportamientos llevándolos al pecado y produciendo daños a otros.