Dependiendo cuál destino queremos alcanzar, debemos considerar cómo tomamos esas decisiones en la vida. Si deseamos ser bendecidos, entonces debemos buscar y depender de Dios siempre; pero si no queremos someternos a Dios, entonces tengamos en mente que nuestro fin puede ser ese “camino de muerte”.
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Tres lecciones para un padre
Algo que como hombres debemos considerar con esta historia es que: Dios se dirigió específicamente a José porque a sus ojos, él era el responsable por el cuidado de su familia. Pero notemos que ese cuidado no significó comodidad, tranquilidad, paz, armonía, seguridad, o estabilidad económica; sino que significó obediencia a Dios.
¿Eres un padre indeciso?
Que hermoso saber que nuestro Dios conoce lo que pensamos, las preocupaciones que tenemos, cómo nos sentimos, que no va a dejar que hagamos algo que vaya en contra de su plan para nosotros y que nos ha dado a su Espíritu para ser consolados en los momentos de duda y sufrimiento.
Levanta un “hito” espiritual
En nuestra vida espiritual todos vamos a encontrarnos con momentos significativos en nuestro caminar con Dios: El día que aceptamos a Cristo como nuestro Salvador, el día de nuestra consagración, algún milagro hecho en nuestro favor o de alguien más, alguna batalla espiritual ganada, alguna promesa de Dios cumplida en nuestras vidas, etc.
Fe y obediencia para el engrandecimiento
La fe y la obediencia van plenamente ligados en nuestro caminar con Dios, y no se las puede separar. Josué sabía que el cumplimiento de la promesa de Dios en favor de él como líder y en favor de Su pueblo estaba ligado a esta alianza: fe y obediencia.
Vamos a seguirlo en santidad
Si realmente queremos seguirlo, debemos hacerlo honrando Su santidad y Su Nombre. Es el momento de consagrarnos a Él, de postrarnos en reverencia ante Su presencia, y comprometernos a seguirle en santidad, para que así también podamos ver sus “maravillas entre (nosotros)”.
Él tiene que ir delante
Como Josué mismo dijo, el pueblo nunca había caminado por esa tierra antes (v. 4), y la presencia de Dios iría delante de ellos para guiarles, pero al mismo tiempo, para recordarles que Él iría obrando en la medida en la que ellos caminarían en pos de Él. La primera prueba de ello sería días más adelante cuando los sacerdotes pondrían sus pies en el río y las aguas se abrirían (v. 13-17).
Dios ya ha venido obrando
El conocimiento de la constante obra de Dios antes, durante, y después de la obediencia de un creyente es muy importante para reconocer que el Señor ha venido preparando todo antes de que nosotros actuáramos, y que es un paso más en el plan que Él ha venido ejecutando desde el inicio de Su creación hasta el final en la eternidad.
Una fe intrépida
Rahab es reconocida por su intrépida fe en los libros del Nuevo Testamento (Stg. 2:25), le llevó a ser digna de ser parte de la genealogía del Señor Jesús (Mt. 1:5), y su nombre consta en el pasaje de los héroes de la fe en el Libro de Hebreos (He. 11:31).
Es bueno un poco de estrategia
¿Cuando usted está por iniciar un nuevo proyecto, no utiliza un análisis previo de lo que tiene que hacer para preparar todo antes de iniciarlo? ¿Ha intentado comenzar algo sin planificación? ¿Qué importancia tiene algo de estrategia?
El pueblo necesita líderes consagrados
En todas la Escrituras vemos el valor que la consagración del líder tiene en la relación de este con Dios y con Su pueblo. Los éxitos o derrotas del líder marcan los éxitos o derrotas del pueblo también. La manera como el líder se relaciona con Dios va a ser un valor fundamental en la manera como el pueblo se relaciona con Dios también.
Ora por la persona que Dios tiene para ti
Recuerda Dios tiene una persona para ti, pero desde ahora necesitas orar para que Él te vaya guiando hacia esa persona. Ora y confía en que Dios está guardando a esa persona que pasará a tu lado el resto de la vida.
Alentados para hacer Su voluntad
Dios tiene un plan para cada uno de nosotros, un plan que está establecido bajo Su buena voluntad y que tiene el propósito de prosperarnos para que lleguemos a “poseer” lo que Él tiene para cada uno de nosotros. Lo que nos pasa es que muchos dejamos de seguirlo porque nos quedamos a medio camino, o no queremos cruzar el “Jordán” de nuestra comodidad. Y por ello, nos quedamos sin alcanzar las metas que Dios tiene preparado para cada uno.