En cualquier etapa de nuestra vida ya seas hombre o mujer, el mundo nos lanza voces, nos lanza características, críticas, o ¿de qué forma debemos ser? ¿Cómo debemos vestirnos para llegar a cubrir estándares? Para llegar a tener un puesto alto dentro de nuestra sociedad; ya sea en el ámbito económico, físico, de estándares de belleza, etc.
Archivo de etiqueta: Creyente
¡No estás solo!
En cualquier etapa de nuestra vida ya seas hombre o mujer, el mundo nos lanza voces, nos lanza características, críticas, o ¿de qué forma debemos ser? ¿Cómo debemos vestirnos para llegar a cubrir estándares? Para llegar a tener un puesto alto dentro de nuestra sociedad; ya sea en el ámbito económico, físico, de estándares de belleza, etc.
Tu Identidad
En cualquier etapa de nuestra vida ya seas hombre o mujer, el mundo nos lanza voces, nos lanza características, críticas, o ¿de qué forma debemos ser? ¿Cómo debemos vestirnos para llegar a cubrir estándares? Para llegar a tener un puesto alto dentro de nuestra sociedad; ya sea en el ámbito económico, físico, de estándares de belleza, etc.
Dios puede darnos “reposo”
En la Biblia se menciona al reposo como el momento o lugar de descanso, pero sobre todo lugar, cuando se trata del pueblo de Dios. El Señor le había ofrecido reposo al pueblo de Israel al momento en que ellos lleguen y se posesionen de la tierra que le había prometido a Abraham, no solo era el lugar donde fluye leche y miel, sino que sería el lugar donde se asentarían y vivirían en prosperidad y paz mientras ellos servían al Señor. Pero para alcanzarlo primero tenían que llegar a ese lugar y de ahí conquistarlo.
¿Qué tan firme es tu fe?
Así, todos somos llamados a creer en Jesús, porque Él es quien dijo que era, porque Dios mismo dio testimonio acerca de Él, hombres también lo hicieron y por su poder la vida de muchos ha sido rescatada de la muerte y del pecado.
Por tu bien erradica la maldad de ti
La necesidad de santificación es enseñada en toda la Palabra de Dios, y Ésta nos llama a que, si es necesario, echemos fuera de nosotros (figurativamente) aún nuestros ojos o manos, si el pecado nos está afectado (Mt. 5:29-30).
¿Consagrarlo a Dios para ser destruido?
Dios es santo y justo, sus caminos rectos, y sus propósitos eternos; seguirle a Él demanda entender que el Señor sabe lo que hace, y nosotros debemos honrarle con nuestra obediencia plena, no a medias.
Una fe que salva
Lo único que nos pueda otorgar perdón es la gracia y la misericordia de Dios por medio de la fe. La fe nos justifica (Ro. 5:1), nos otorga el perdón (Hch. 26:18), nos da vida eterna librándonos de la condenación (Jn. 3:16-18, 36), y nos permite entrar en la familia de Dios (Jn. 1:12).
Una fe colectiva
Solamente una fe colectiva los llevó a desarrollar una obediencia colectiva. Muchas veces en las iglesias o en cierto grupo de personas que están sirviendo a Dios no se observa esa fe en conjunto, una fe que pudiera hacer mucho en favor del servicio al Señor. Tal vez seamos nosotros mismos quienes no favorecemos a esa fe contagiosa entre los demás.
Somete tu voluntad al “Príncipe”
Aunque la batalla parezca perdida o el método poco tradicional, lo que el Señor nos diga nos guiará a la victoria, pues Suya es la batalla y Suyos la sabiduría y el poder. ¡Sometamos nuestra voluntad al “Príncipe”!
Ora por la persona que Dios tiene para ti
Recuerda Dios tiene una persona para ti, pero desde ahora necesitas orar para que Él te vaya guiando hacia esa persona. Ora y confía en que Dios está guardando a esa persona que pasará a tu lado el resto de la vida.
Presencia condicionada, resultado maravilloso
¿Somos usted y yo entes promotores de la armonía en la iglesia, o somos parte de aquellos que solo provocan división, rencor y odio? ¿Qué podríamos hacer para generar o brindar gozo, perfección, consuelo, armonía y paz en nuestra iglesia?
Analizando mi salvación y viviendo acorde
La persona salva puede sinceramente ver evidencias de su salvación cuando en un auto examen apropiado, y con la ayuda del Señor, mirar si ha habido cambios desde el día que recibió a Cristo. Entre esos efectos están la diferenciación de los pecados, el sentimiento de culpa cuando peca, el deseo de leer mas de la Biblia, el deseo de agradarle a él, entre muchas. No son pruebas irrefutables, pero si buenas evidencias de ese cambio.
Su “gracia” es todo lo que necesitamos
Cuando enfrentemos problemas, pidamos a Él que nos ayude a comprender el porqué de lo que sucede (2 Co. 12:8-9; Comp. Stg. 1:3-5), y entendiendo el propósito, aceptaremos con mayor agrado la respuesta que nos dé ante nuestra petición. En esa confianza, basado en la “gracia” de Dios, hallaremos lo que necesitaremos muchas veces para enfrentar las dificultades.
¿Hay un tercer cielo?
Por ahora siguen muchas interrogantes que posiblemente serán respondidas cuando lleguemos a Su presencia, pero hasta el momento la esperanza que todos tenemos de llegar a ese lugar tan especial está dado por el Señor, y Él nos está preparando un lugar especial allí, a todos los que creemos en Él (Jn.14:1-6).