Existe una gran diferencia entre ser un hijo y un padre, cuando se trata de dar corrección o disciplina a los hijos. Cuando uno es hijo, el deseo es que los padres nunca nos disciplinen con rigor, puesto no nos gusta sufrir el castigo que nos vayan a dar. Pero cuando uno es padre, es entonces cuando el dolor también viene, pero esta vez, porque nos imaginamos cuanto van a sufrir nuestros hijos porque debemos disciplinarlos. ¡Pero la verdad es que es necesario!
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El sabio sabe a quién reprende
Mi padre tenía una frase que la usaba muy frecuentemente, un dicho popular que dice: «No gastes pólvora en gallinazo». El gallinazo es un ave de rapiña de color negro de buen tamaño que vive en bandadas y que se alimenta de carroña, por lo que lo hace un ave sin valor para el cazador. Y la idea detrás de este dicho es que no se debería desperdiciar la pólvora en algo sin valor, antes, guardarlo para algo de provecho.
Escucha y valora la instrucción de los padres
La actitud reverente y prudente del hijo es realmente apreciado, es una marca maravillosa que resalta en el carácter de los hijos y que es digno de alabanza de todos. Así que, la próxima vez que quiera el joven hacer algo, escuche a los padres, ponga atención a la instrucción, considere sabiamente lo que ellos tengan que decir con amor, y recordemos que el escucharlos es agradable ante Dios.
“Sabor” a arrepentimiento
El cambio que genera Dios siempre es genuino y no solo lleva a la persona a buscar la santidad, haciendo que aborrezca al pecado que comente, sino que busca a toda costa restablecer el daño causado a los demás también. La restitución debe ser completa para evidenciarse ese arrepentimiento.
Amor expresado en corrección
En muchos casos, aunque nuestro amor por nuestros seres amados, familiares y amigos es profundo y sincero, en el momento que vemos alguna conducta inapropiada de parte de ellos, en vez de tomar alguna acción que ayude a la corrección, por temor a entristecerlos o herirlos con la reprensión, preferimos callar. Creemos que al silenciar nuestra boca mantenemos la paz en nuestras relaciones.
Viviendo en una sociedad “sensual”
Debemos como iglesia tratar los temas con firmeza y amor. Pablo nos recuerda que, si hay pecado inmoral dentro de la iglesia se debe tratar pronto y no permitir que esta inmoralidad entre como “levadura” en el Cuerpo de Cristo, antes se debe eliminar si es necesario estos problemas que dañan mucho la concepción de la santidad. Y Pablo nos hablará de ello en los siguientes versículos.
¿Es necesario la exhortación y la disciplina?
Siempre se debe tener el amor y la mansedumbre en todo momento, pero cuando es necesario, se debe ejercer la “vara de la corrección” para santificar a la iglesia. La oración y la exhortación bíblica tiene el propósito de depender de Dios para hacer una corrección de provecho.