¿Ha perdido usted los “estribos”?

La persona que aíra fácilmente y que no puede controlarse, no solamente que expresa su necedad, sino que remarca que realmente es necio. La palabra enaltecer (v. 29b) quiere decir exalta o eleva su necedad, o como otra versión de la Biblia nos dice, “ser impaciente es muestra de gran estupidez” (DHH).

El enojo

Debemos reconocer que el enojo nos impide ver a las personas como Dios quiere que las veamos. Dios nos creó para amarnos y para que nosotros reflejamos ese amor hacia otros. Cuando estamos enojados somos impedidos de amar a la persona que nos está haciendo enojar y en muchas ocasiones somos impedidos de amar a Dios porque le echamos la culpa por el enojo que estamos sintiendo.

El prudente es sabio de lengua

Para ser sabios debemos aprender a controlar lo que sale de nuestra boca, pedir a Dios que nos ayude a controlar el músculo de la lengua que es tan impredecible, y que muchas veces viene encendida con mucha maldad (Stg. 3:5-8). Entre más controlemos lo que decimos, y entre menos hablemos, aprenderemos a ser sabios, y será de bendición para todos mientras nos alejamos del mal.

Tal como estaba esperado

Si pudiéramos conocer un poco de todo lo que Dios sabe que nos va a acontecer en el futuro, nos sorprendería, pues, aunque no todo será placentero o bueno, todas esas cosas Él las podrá utilizar para nuestro bien, y en esa verdad puede descansar nuestra alma. (Ro. 11:33; Sal. 139:1-6, 17)

Arreglo divino

En nuestra vida, todos debemos mirar la soberanía de Dios y confiar en Su voluntad y obedecer. Dios tiene todo divinamente arreglado para cumplir con Sus planes, y si nosotros seguimos con fe sus directrices, podemos confiar en que todo saldrá tal cual Él lo ha previsto.