Mendigando misericordia

Al igual que este hombre, todos estamos ciegos espiritualmente a la verdad de Dios, Su Palabra, y sin posibilidad de tener vida eterna; y el Señor es el Único que puede limpiarnos del pecado, restaurar nuestra vida espiritual, y sobre todo, salvarnos de la condenación.

Movido por la compasión

Esa misma compasión fue la que lo llevó a dejar el trono para salvar al hombre, dejando Su gloria para morir en cruenta cruz. Debemos vivir agradecidos por el profundo amor de Dios, que, viendo nuestra necesidad, siempre se acerca a nosotros para ayudarnos.