El Evangelio y las Escrituras

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1 Corintios 15:1-4

“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras.”

  1. Pablo iba a recordar a la iglesia en Corinto sobre la resurrección, desde lo que significa en forma general hasta lo que representa para el creyente. Pero antes de todo, iba a dar las bases teológicas fundamentales sobre las cuales descansa la esperanza de la resurrección para la persona que ha puesto su fe en el mensaje del Evangelio.
  2. La palabra “evangelio” es su idioma original significa simplemente ‘Buenas Nuevas’, es decir, un mensaje que transmitía noticias buenas, y estas ‘Buenas Nuevas’ acerca “de la gracia de Dios” (Hch. 20:24) era “predicado” o proclamado por Pablo (v. 1).
  3. Las ‘Buenas Nuevas’ giraban en torno a la noticia de “que Cristo murió por nuestros pecados, …y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día…” (v.3-4).
  4. Pero Pablo no solamente estaba proclamando la noticia de que el Hijo de Dios había muerto, que había sido sepultado y luego resucitado; si no que enfatiza que estas noticias estaban previamente profetizadas en “las Escrituras”, y que ahora se estaba dando cumplimiento (Is. 53:5-6, 9; Sal. 16:9-10).
  5. La importancia de esta afirmación tiene el propósito de asegurarnos que Dios ya lo había mencionado, y que su cumplimiento confirma la veracidad de las Escrituras, la fidelidad de Dios y sus promesas dadas al hombre.
  6. Y como estas promesas habían sido dadas por Dios, y se habían cumplido en Cristo, entonces ahora, las Buenas Nuevas tienen base Escritural, y por ello, brinda plena certeza al hombre que su salvación es segura si pone su fe en este mensaje; si no, nunca ha creído realmente, o su creencia es vana, no sincera, no real (v. 2). El problema no está en el mensaje ni en la promesa, sino en el corazón del hombre que acepta o rechaza las Buenas Nuevas (1 P. 4:17).

La obra de redención de Cristo es la que salva al hombre. Él vino a morir en la cruz por nuestros pecados, fue sepultado como prueba de que sí había muerto, pero resucitó para manifestar Su poder y victoria sobre la muerte y el pecado. Este mensaje es el Evangelio, y todo aquel que creyere en estas Buenas Nuevas tiene la oportunidad certísima de salvación (Comp. Ro. 10:9-10).

Para aquellos que no han puesto su esperanza de perdón de pecados por medio de Jesús, este mensaje tiene la veracidad de que Dios está ofreciendo perdón y vida eterna a todo aquel que pone su fe en Su Hijo como Salvador; pero el que rechaza este ofrecimiento, su condenación aguarda por sus pecados y su rechazo. (Jn. 3:16-18)

Para el creyente, este mismo mensaje nos recuerda las promesas de Dios que ya han sido dadas a cada uno, y que tienen su confirmación en la Palabra. Ahora, este mensaje es el mismo que debe ser proclamado a toda persona para que escuchen del amor de Dios, de Su deseo de brindar perdón y salvación, y que puede otorgar por fe esperanza de vida eterna.

Publicado por Ministerio UMCD - Lengua de Señas

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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