1 Corintios 12:12-25
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.”
- Pablo utiliza la figura del cuerpo humano para representar la diversidad de miembros y funciones que existen dentro de la iglesia, y que en conjunto deben formar una estructura ordenada, equilibrada y eficaz (v. 12).
- La introducción del creyente dentro del cuerpo de Cristo no es dada por méritos o distinciones especiales, sino por la presencia del Espíritu Santo que entra a morar en el creyente, y a esa integración de cada creyente dentro del cuerpo de Cristo es a lo que se le llama bautizo del “Espíritu” (v. 13).
- Así como el cuerpo tiene muchos miembros, la iglesia también; y cada miembro va a cumplir una función específica dentro del cuerpo de Cristo de acuerdo a sus dones, que obra con poder, pero que también coloca a cada uno de manera específica para integrarlos apropiadamente. (v. 14-24)
- No solo deben integrarse para funcionar apropiadamente, sino que tienen que valorarse, ya que ninguno es más importante que otro, sino que todos son igualmente necesarios, por lo que tenemos que buscar por aquellos que nos faltan y honrarlos a todos por igual. (v. 22-27)
- Cada miembro tiene una particularidad especial (v. 27) que lo hace único y necesario, y esta particularidad sobre todo está dada por la presencia diversa y única de los dones en cada creyente, haciéndolo singularmente diverso (v. 28-30).
- Esta diversidad tenía que integrarse apropiadamente para que exista la unidad que se requiere para poder cumplir correctamente cada uno en la función propia de cada uno dentro de la iglesia. No todos tienen los mismos dones y no todos tienen la misma función, pero todos deben integrarse para que haya unidad de cuerpo en todo lo que hacemos.
El cuerpo de Cristo, conocida mejor como Su iglesia, tiene una diversidad de miembros (los creyentes) que apropiadamente encajan y funcionan como las partes del cuerpo humano; entonces todos nosotros debemos buscar la manera cómo cada uno encaja para poder servir para la edificación de la iglesia, y así ministrarnos para bendición los uno de los otros por medio de los dones recibidos (1 P. 4.10).
Si todos participáramos en la iglesia, la belleza de la unidad e integración cambiaría la vida de la iglesia a una muy activa, dando espacio a un crecimiento en conjunto que cumpliría con la voluntad de Dios.
¿Está usted en conocimiento de sus dones espirituales? ¿Los está ministrando apropiadamente en la iglesia para la edificación de los hermanos?
