Partícipes de Su Pacto



Marcos 14:22-25

Y mientras comían, Jesús tomó pan y bendijo, y lo partió y les dio, diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio; y bebieron de ella todos. Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada. De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo en el reino de Dios.”

  1. La cena sería más que un recordatorio de la Pascua para los discípulos, representaría la introducción de una verdad más profunda.
  2. Jesús les recuerda que lo sucedido era parte de un antiguo pacto, que todo lo que había sido recordado ahora era remplazado por un significado más valioso, y al mismo tiempo la introducción de un nuevo pacto, un nuevo compromiso de Dios con el hombre.
  3. El pan representaba su cuerpo, que iba a ser entregado en manos del hombre para ser “partido” por rechazo del mismo hombre, pero que era sin pecado, así como el pan era sin levadura. Jesús moría sin cometer pecado.
  4. El vino ahora representaba la sangre del cordero que fue usada para protección de la plaga en Egipto. En ese día liberó a los primogénitos de los israelitas de una muerte en tierra; ahora su sangre nos liberaría de la muerte eterna, la condenación a causa de nuestro pecado.
  5. Jesús anima a sus discípulos a recibirla, para que sean partícipes de este sacrificio; al hombre actualmente esa invitación de recibirla por fe es hecha a todo hombre para que puedan ser perdonados de sus pecados.

La Cena del Señor se la celebra para recordar el sacrificio de Jesús en esa tarde de la Pascua. Cristo vino a dar su cuerpo en sacrificio, y para que su sangre sea derramada por completo como pago por nuestros pecados. Ese es el valor de la Cena del Señor.

Ahora, todos podemos ser partícipes de esa noche. Para lograrlo, primero debemos entender que la invitación de recibirlo es la oportunidad que tenemos de creer en lo que Cristo hizo para salvarnos; Su muerte era para el perdón de nuestros pecados.

Por fe lo puede recibir, dejando a un lado sus propias convicciones, y poniendo solamente su fe en lo que Cristo hizo. Eso le permite participar del pacto de Dios con el hombre. La salvación solo se la obtiene por fe en el sacrificio de Jesús.

Y si ya reconoció a Cristo como su Salvador, ahora celebra la Cena del Señor en reverencia a lo que Él hizo por nosotros. En santidad y reverencia, recordemos este especial momento hasta que el Señor venga. (1 Co. 11:23-29)



Publicado por Ministerio UMCD - Lengua de Señas

Reflexiones Cristianas. Salmos 1:2 "Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche."

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