Marcos 8:38-9:2
“Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder. Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan, y los llevó aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos.”
- Este diálogo es la continuación de la conversación de Jesús acerca de Su sufrimiento y del llamado a seguirle en forma consagrada. (Mr. 8:13-17)
- Es un pasaje con cierta dificultad de interpretación, pensando en el tiempo del cumplimiento de lo que Jesús estaba anunciando. (Mr. 9:1)
- En los otros dos pasajes paralelos a este relato bíblico vemos el mismo contexto, por lo que nos puede ayudar a la interpretación. (Mt. 16.21-28; Lc. 9.22-27)
- Lo más probable es que Jesús se refería a lo acontecido días después, refiriéndose a la transfiguración en el monte alto. (Mr. 9:2-13)
La manifestación física del reino de Dios es algo muy esperado por todo creyente. Todo lo que la Biblia nos enseña en cuanto a este tema expresa majestuosidad, paz, armonía; pero, sobre todo, un tiempo glorioso.
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento podemos leer grandes pasajes que nos habla mucho de lo bello que va a ser, y que tal vez nos enseña cierta cantidad todo su esplendor. Si bien, hay mucha enseñanza, la gloria de ese tiempo no podrá ser apreciada en su totalidad hasta que estemos todos presentes.
