Marcos 8:34-38
“Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.”
- Recordemos que Jesús les había estado hablando sobre Sus propios padecimientos, Su muerte y resurrección. (Mr. 8:31-33)
- También les había hablado de que lo mejor que pueden hacer es tener una perspectiva divina de la vida y la obediencia.
- Ahora les hace un llamado a consagrarse, entendiendo bien lo que sería mejor.
- El mundo es temporal y vano, nada de lo que se basa en torno a esta vida terrenal tiene valor eterno, sino se busca seguir a Dios. Podremos ganar mucho en este mundo, pero nuestra vida sería desdichada sin frutos.
